Ya estoy harto de comer simplemente pechuga de pollo a la plancha. Sí, es muy sano y sí adelgaza. Pero siempre lo mismo me cansa. Por eso, cuando me topé con esta receta de Jamie Oliver ( pues si otra vez Jamie) no dudé ni un momento en que tarde o temprano la iba a hacer.
Dicho y hecho. En la quinta semana de régimen de mi mujer y viendo que no pierdo ni un gramo, pues paso de recetas secas y sosas, y aquí os dejo esta maravilla.
Ya os contaré si adelgazo con mi Dieta especial.
INGREDIENTES:
- Una pechuga de pollo por persona
- Tomates secos
- Perejil natural
- Albahaca. Sí es natural mejor. Yo no tenía, así que le puse seca
- 4 quesos. Una bolsita de esas que venden en los super
- Lo primero que debemos hacer es una " bolsa" en cada pechuga. Por la parte de abajo de la pechuga, suele haber un filetito unido a la pechuga en sí. Pues aprovechándolo, con un cuchillo bien afilado, crea una bolsa hacia el otro lado y tapa con este filete.Uffff no se si me he explicado.
- Por otro lado pica los tomates ( yo los deje en aceite la noche anterior para que cogieran saborcillo),pica el perejil, añade los quesos y una cucharada del aceite de los tomates y la albahaca .
- Mete el relleno en la pechuga.
- Pon una sartén a fuego medio alto y empieza a dorar las pechugas. Primero por la parte donde está el relleno, para que se cierre y no se salga.
- Y aquí viene un gran truco para que queden jugosas. Cuando esté ya muy doraditas, las vamos a tapar con un papel de horno mojado. Baja la temperatura. Está humedad, hará que no pierdan demasiada agua del interior.
Fue un buen almuerzo. Y no me digais que no es sano.
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